En un rincón de la historia empresarial, en el año 1985, un destello de deseo y empoderamiento femenino cobró vida en el corazón de Gloria Patricia Ossa. Esta mujer valiente, que afrontó la vida casándose a temprana edad, encontró en su papel como esposa y madre el impulso para forjar un sueño que iluminaría el camino del futuro. Y así, nació el CEEC, una empresa que ha tejido una historia de éxito, superación y pasión a lo largo de los años.
En medio de su vida hogareña, Gloria Patricia Ossa cultivó la semilla de la ambición empresarial dando inicio a una aventura que cambiaría vidas. Con determinación, exploró diferentes caminos hasta encontrar su pasión en el mundo de la estética. Fue en la década de los 90’s cuando el amor por este arte la llevó a embarcarse en un viaje de formación, preparándose para dar vida a su visión. En 1994, con valentía y determinación, abrió las puertas de su primer consultorio, un pequeño rincón en su hogar que llevaba su nombre y que marcaba el comienzo de un legado
Acompañada de su esposo y sus hijos pequeños, creó un faro de cuidado y bienestar que irradiaba amor en cada rincón. Trabajó sin descanso iniciando su jornada desde el alba, cuando la luz del día apenas comenzaba a asomarse, hasta altas horas de la noche, cautivando a cada persona que cruzaba su puerta; tuvo una acogida cálida, una sinfonía de sonrisas y gratitud que nutría sus días y encendía el ardor apasionado que la guiaba.
La pasión de Gloria Patricia encontró eco en los corazones de aquellos que buscaban cuidar y realzar su belleza. Con cada tratamiento, a través de cada gesto impregnado de amor y respeto, el CEEC creció en reputación y posición, cimentando sus raíces en valores sólidos: ética, respeto y un amor infinito por la labor realizada.
El crecimiento del CEEC fue un canto a la tenacidad y al amor inquebrantable por una visión. Desde sus modestos inicios, la empresa no solo prosperó, sino que también tocó vidas y corazones. Con el tiempo, la gama de servicios de estética facial y corporal se expandió, creando un abanico de posibilidades que buscaban ofrecer salud y bienestar a sus apreciados clientes, una misión que se convirtió en el latido constante del corazón del CEEC.
Con el tiempo, el crecimiento se convirtió en un aliado constante. Progresivamente, el CEEC abrió sus alas y se elevó a alturas inimaginables. Desde su humilde inicio en el hogar de Gloria Patricia hasta la imponente estructura de tres plantas en la Avenida Santa Mónica en Dosquebradas, Risaralda, cada paso fue un testimonio de dedicación y éxito.
La vida, sin embargo, depara giros inesperados. Después de unos años, la tristeza y la pérdida se cruzaron en su camino con la partida de su esposo, dejándola viuda y con la responsabilidad de criar a tres hijos pequeños. En medio de la oscuridad, enfrentó una profunda depresión durante cinco años. Pero, como el fénix, renació de las cenizas, encontrando la fuerza para transformar el dolor en fortaleza. Abrazando la misión de criar y educar a sus hijos con amor y dedicación, al mismo tiempo que elevaba su empresa a nuevas alturas.
Mientras el negocio crecía, la familia también florecía. Los hijos de Gloria Patricia, guiados por su ejemplo y amor, se formaron profesionalmente en el área de la economía, administración e ingeniería comercial. Uniendo fuerzas, construyeron un equipo excepcional que trabaja con pasión y dedicación, cada uno contribuyendo a elevar aún más al CEEC.
Pero el viaje del CEEC no se detuvo ahí. Como un río que fluye incesante, la empresa encontró su hogar en Megacentro Pinares y luego en su actual y hermosa sede en Los Álamos. Este espacio fue diseñado con una misión clara: brindar una experiencia de calidad a sus clientes, donde la comodidad y la excelencia se entrelazan en un santuario de bienestar.
El impacto del CEEC no se limita solo a los servicios que ofrece. La empresa es más que eso, es una familia extendida, un refugio que brinda estabilidad y progreso a su equipo y sus familias. Más allá de lo básico, el CEEC trasciende, proporcionando bonos y auxilios mensuales para el bienestar de su equipo, demostrando así que su compromiso va más allá de lo comercial.
Los sorprendentes resultados, fruto del esfuerzo incansable y la pasión inquebrantable, catapultaron al CEEC a la cima. Hoy en día, se posiciona como líder de la estética en Colombia y en el exterior.
Con una huella que cruza fronteras, el CEEC abrió nuevas puertas en Barcelona, España, en 2023, llevando consigo su legado de amor por la belleza, el bienestar y la alta tecnología.
La historia del CEEC es una sinfonía de valentía, determinación y amor. A través de las décadas, esta empresa ha tejido una red de belleza y cuidado, uniendo corazones y elevando espíritus. Gloria Patricia Ossa, la visionaria detrás de todo, encendió una llama que sigue ardiendo con intensidad en cada rincón del CEEC. Su legado es un recordatorio conmovedor de que los sueños, cuando se abrazan con pasión y dedicación, tienen el poder de transformar el mundo de manera extraordinaria, y su camino está iluminado y bendecido por la mano amorosa de Dios.